Todos hemos oído hablar de la cena de Acción de Gracias en Estados Unidos, sobre todo, porque hemos visto su celebración en cientos de películas donde las familias se reúnen para compartir una cena en la que el pavo es el plato principal.
A muchos nos recuerda a la cena de Nochebuena, donde el significado cristiano es el predominante para nosotros, pero no es así para los americanos, quienes celebran este evento en base a una historia real.
Resulta que en septiembre de 1620, el barco Mayflower, carguero holandés de unos 30 metros de eslora y casi 8 de manga, no apto para pasajeros, al mando del capitán Christopher Jones partió de un puerto holandés para llegar al Nuevo Mundo.
En ese reducido espacio se acomodaron 135 personas, comida, bebida, muebles, útiles de labranza, artillería y un cañón para defenderse de otros barcos, cabras, ovejas, gallinas, y perros.
El viaje duró 66 días y una tormenta los sacó de su ruta inicial a Jamestown, Virginia, llegando en noviembre de 1620 al norte de Plymouth, Massachusetts, tierra hostil donde muchos no pudieron sobrevivir debido a las heladas del crudo invierno, mientras que los que no sucumbieron estaban cerca de quedarse sin alimentos ni recursos para sobrevivir
En marzo recibieron la visita imprevista de un nativo indio de la tribu Abenaki, quien conocería a los peregrinos y después regresaría con Squanto, miembro de la tribu Pawtuxet. Squanto enseñó a los peregrinos a sembrar maíz, extraer jarabe de maple, entre otras cosas necesarias para la supervivencia de los ingleses.
En noviembre de 1621, la primera cosecha de maíz de los peregrinos fue exitosa, por lo que el gobernador de ‘Nueva Inglaterra’, William Bradford, organizó un festín de celebración en la que invitó a varias tribus aliadas. Un gran banquete con pavo, maíz, ciervos, pescado, calabazas y frutas secas, que se extendió por tres días de celebraciones.
Este festín de celebración se considera como la primera cena de Thanksgiving de la historia, en donde los colonizadores ingleses dieron las gracias a los nativos americanos por enseñarles a sembrar maíz y decidieron compartir sus cosechas con ellos.
El 26 de noviembre de 1789 se celebró el primer Día Nacional de Acción de Gracias, y George Washington instó a los americanos a dar gracias a Dios por su protección, por la victoria en la lucha, la libertad, la paz, y la prosperidad en el nuevo país.
El día 3 de octubre de 1863, el Presidente Abraham Lincoln, proclamó el 3º jueves de noviembre como el Día de Acción de Gracias, y en 1941, el presidente Franklin Roosevelt estableció la fecha nacional para el 4º jueves de noviembre.
Dos años más tarde, el mismo presidente, ante una fuerte oposición a la nueva fecha, establecería la fecha oficial del Día de Acción de Gracias que se utiliza hasta la fecha, anunciando que Thanksgiving se celebrará el cuarto jueves del mes de noviembre.
Muchos recorren varios estados para unirse a la celebración familiar, y
alcanzar con esfuerzo estar juntos y en familia, al menos una vez al año.
El menú consiste en pavo relleno que se
sirve tradicionalmente con una jalea o salsa de arándanos rojos, cranberry.
El relleno es tradicionalmente hecho con pan de maíz y salvia.
El pavo se acompaña con algún plato a base de maíz, patata dulce, boniato
asado, pasteles de calabaza y panecillos para acompañar.
Adicionalmente se sirven platos de verduras como judías verdes, vainicas
glaseadas, cebollas asadas, y puré de patata con gravy, que es una
salsa hecha con el jugo del pavo.
A la hora de los postres, la variedad que se ofrece es muy amplia, siendo el pastel de calabaza el más popular. También es muy común preparar cheesecake con salsa de arándanos rojos, pastel o tarta de nuez pecana, pecan pie, de manzana, apple pie, o de camote (boniato).
En la tarde del día de Acción de Gracias, en las calles de Nueva York tiene lugar el tradicional desfile de Macy’s, unos grandes almacenes neoyorkinos que han conseguido hacer emblema del pasacalles con gigantescos globos que simbolizan los aspectos más tradicionales y de personajes americanos de todos los tiempos.
Esta tradición no ha llegado a nuestro país porque ya celebramos la Nochebuena como acto familiar para reencontrarnos con nuestros seres queridos; pero sí hemos copiado el famoso Black Friday (viernes negro) posterior al jueves de Acción de Gracias, donde las empresas comerciales hacen grandes descuentos en sus productos y es un anticipo a las compras navideñas. Igual que sucede en Estados Unidos.