El teatro romano del emperador Augusto: el primero de la ciudad
El primer teatro del que se tiene constancia es el mandado construir por el emperador Augusto a finales del siglo I a.C. Situado en el Monte de la Concepción, se utilizó su ladera para facilitar la construcción de la gradería, ya que la mayor parte de las gradas están excavadas en la piedra natural del cerro, que luego se cubrirían con sillares de caliza. Únicamente los laterales de la media cavea ¿centro de la grada- y parte de la summa cavea superiores poseen una estructura propia paralela a la fachada exterior.
El graderío se divide en tres zonas horizontales y mide aproximadamente 44 m. de radio. El podium estaba cubierto de caliza gris. Mide 46 m. de longitud, 7,50 m. de ancho y casi 2 m. de altura.
Sobre él se asienta la fachada del escenario, de 44 m. de longitud por casi 8 m. de anchura y 16 m. de altura, con una planta compuesta por tres exedras curvadas, que delimitan el proscaenium y donde se abren las tres puertas de acceso al escenario. A sus lados se habilitaron habitaciones rectangulares comunicadas con la cavea.
En época de Diocleciano, ya en el S. IV, a pesar de ser la capital de la provincia de Carthaginensis, el declive de la ciudad es evidente. El teatro se convierte en almacén y comercio, dividiéndolo en dos y utilizando sus elementos constructivos para su cimentación. Perdido para los historiadores, se redescubre en 1990, con motivo de unas obras en el palacio de la Condesa de Peralta.
Los teatros de Cartagena a partir del siglo XVII
En el siglo XVII, sólo dos años después que Murcia, en 1614, ya disponía Cartagena de Casa de Comedias. En 1805 destacaba El Corralón, en pleno casco urbano, existiendo otro teatro en San Antón, con compañía de aficionados propia.
Saltando en el tiempo a la etapa que estudiamos, Cartagena vivió una época de esplendor a partir de la segunda mitad del siglo XIX, momento en el que se construyen diversos teatros, cuyas salas podríamos considerar de uso polivalente: mítines, fiestas, bailes, convirtiéndose en el centro de la vida social y cultural de la sociedad cartagenera.
En 1853, en la calle Jabonerías, existía un salón de baile en el que se representaban obras de teatro, al igual que ocurría en el salón de la calle San Vicente en 1867.
El Teatro Principal se construía en 1853, siendo reformado en 1871 y 1894. En éste caso con un proyecto de Oliver Rolandi. Se mejoró su estética, entradas, salidas, y también el material constructivo. Las obras, como los del Romea y Circo de Murcia, las llevó a cabo Justo Millán, decorando el interior Wssel de Guimbarda que se basó en temas del actor cartagenero Maiquez, del siglo XVII.
El Teatro Maíquez sería inaugurado en 1868, interviniendo San Miguel en la decoración. Otro salón representando obras era el de la Sociedad Lírico-Dramática en 1870.
El Teatro Circo daba sus primeros pasos en 1886, con pinturas de Manuel Montesinos, siendo el arquitecto Tomás Rico, que realizó su proyecto en 1889. El decorador, como en teatros Murcia o Jumilla, fue M. San Miguel. Este teatro dispuso además de una amplia zona exterior preparada para fiestas.
Además de los mencionados, también destacaron el Teatro del Arco de El Algar, de 1901, si bien no era el primero de esta localidad. En el interior de Cartagena debemos mencionar los del Molinete, el Trianón, etc.