MORCILLA DE VERANO

Fuente: regmurcia.com

La morcilla de verano constituye una estupenda y vegetariana alternativa a la morcilla murciana tradicional. El ingrediente animal es sustituido por la berenjena sin menoscabo del sabor.

    La morcilla de verano es un sano aperitivo que demuestra una vez más que saludable y sabroso no son términos incompatibles. Dentro de la gastronomía de la Huerta de Murcia se pueden encontrar multitud de platos elaborados con vegetales como protagonistas, pero la morcilla de verano es uno de los más originales.

    Este plato es siempre un grato manjar en la mesa. Una verdadera sorpresa para aquellos que aún no la han probado.

Ingredientes para 4 comensales

  • Dos berenjenas grandes
  • Tres cebollas
  • 100 gramos de piñones
  • 50 gramos de orégano
  • Un vasito de aceite para freír.
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Modo de elaboración

Paso 1: Cortar y pelar

    En primer lugar se deben preparar los ingredientes para cocinarlos. La berenjena se pela y se le quita la parte del rabo. A continuación se corta a taquitos, no debemos aguardar mucho tiempo antes de cocinarla pues se oxida rápidamente, adquiriendo un color negruzco.

    La cebolla también se pela, pero se corta en juliana.

Paso 2: Freír la berenjena

    La berenjena al ser cocinada tiende a absorber mucho aceite. Su carne es muy porosa y se empapa en exceso del líquido en el que se sumerja. Para evitar esto se pone la berenjena en sal y se presiona. Al presionarla se extrae aire y agua lo cual evitará que coja aceite en exceso.

    Se sumergen los taquitos en una freidora hasta que queden doraditos por fuera. Con el aceite no demasiado caliente para que no queden crudos por dentro.

    Se retiran del fuego y se pone en una escurridera para quitar el exceso de aceite.

Paso 3: Pochar la cebolla

    A fuego lento y con la sartén tapada, se pocha la cebolla. Tiene que quedar blandita, pero sin quemarse. Su aspecto será más el de la cebolla cocida.

Paso 4: Mezclar los ingredientes

    Una vez que tenemos listos todos los ingredientes, se juntan en una olla. A la berenjena y a la cebolla añadimos los piñones y, por último, el orégano. Se mezcla todo bien a fuego lento. El conjunto acaba teniendo el aspecto y la consistencia de un pisto.

    Los ingredientes han acabado desmigajándose y formando una masa.

    El color predominante es pardo, un poco más claro que el del relleno de la morcilla. El color lo aporta la berenjena que al freírse se oscurece.

Paso 5: Servir en bandeja

    A diferencia de la morcilla original, no se presenta envuelto en porciones redondeadas. Ya que no existe ningún ingrediente animal en esta receta, no tendría sentido realizar un embuchado con tripa para hacer raciones. De modo que la morcilla de verano se sirve en una bandeja a la manera de un pisto o un frito.

    Es importante retirar el exceso de aceite antes de servir.

Presentación en mesa y acompañamiento

    La morcilla de verano se sirve caliente, al poco de ser retirada del fuego.

    Se presenta en una fuente o bandeja. Los comensales se sirven al plato directamente desde la bandeja. Por la consistencia de esta receta se suele acompañar de abundante pan tierno.

    Un vino tinto acompaña gratamente a este contundente aperitivo.