Edad Antigua
Debido a la situación mediterránea de la Región de Murcia la historia deja constancia de un territorio poblado desde muy antiguo en el que confluyeron numerosas culturas y civilizaciones. Testigo de ello la Comunidad conserva importantes yacimientos prehistóricos, como los segundos restos humanos más antiguos de la península en la Sima de las Palomas del Cabezo Gordo (Torre Pacheco). Los de El Cerco (Jumilla), Los Almadenes (Cieza) y El Capitán (Zarcilla de Ramos, Lorca) o la presencia la Cultural del Argar, una de las culturas más desarrolladas de la Edad de los Metales.
Cartagineses y Romanos
En el año 227 a. C., el general cartaginés Asdrúbal el Bello fundó al sureste de la península Qart Hadasht (Cartago en idioma fenicio). Su fundación jugó un papel esencial en el pulso que los cartagineses mantenían contra otra potencia emergente en el Mediterráneo: Roma. De hecho, fue desde Qart Hadasht donde partió la famosa expedición que Aníbal realizaría contra los romanos.
En el año 209 Escipión inicia la conquista de Carthago Nova, importante centro económico y político del occidente mediterráneo. La importancia que adquiere la ciudad en este período se debe, en gran medida, a la explotación de los ricos yacimientos minerales repartidos por el litoral murciano. Mientras, en el interior de la región la romanización sólo supuso la creación de algunas villas rústicas escasamente pobladas. Hasta la conquista árabe la región atraviesa momentos de intenso vacío político.
Edad Media
Época Musulmana
En el año 713 el territorio de Murcia recibe el nombre de Cora de Tudmir en referencia a Teodomiro, el dux visigodo que gobernaba estas tierras desde Orihuela. En este mismo año se firma el pacto de Teodomiro entre este y Abd al-Aziz ibn Musa que comprendía la entrega de ciudades entre las que se encontraban Orihuela, Lorca y Mula. Esto dio lugar a un territorio semiautónomo, a cambio del pago de impuestos y la promesa de no colaborar con los enemigos de los conquistadores.
En el 825 Abderramán II funda la ciudad de Murcia que trae como consecuencia el inicio de un periodo de intento auge económico. Los árabes aprovecharon el curso del río Segura, próximo a la ciudad, para crear una compleja red de acequias, tuberías, azudes, norias y acueductos. Son los antecedentes del actual sistema de regadíos, que sirvieron para aprovechar los recursos de la fértil huerta del Segura.
Hasta la segunda mitad del siglo XI Murcia no es un reino independiente y la ciudad rinde vasallaje a los reyes de Almería. Con la independencia, y a lo largo del siglo XII, Murcia se transforma en un gran centro económico y político, lo que lleva aparejado un aumento de las obras públicas, construyéndose numerosos edificios religiosos y fortalezas. Sin embargo, la presión fronteriza ejercida por Castilla y los desórdenes políticos de Lorca, Mula, Cartagena y Aledo, generan un período de inestabilidad. El resultado es que en 1243 el reino de Murcia se somete al vasallaje de Castilla. Posteriormente, en 1375, Castilla y Aragón firman un acuerdo por el que se fija la línea divisoria entre ambos reinos. Aún persistirá la inestabilidad fronteriza hasta la definitiva conquista de Granada en 1492, dando paso a una época de mayor equilibrio.
Edad Moderna
Con la consecución de la paz comienza una fase de rápido crecimiento económico y demográfico, floreciendo todas las ciudades del reino a lo largo del siglo XVI. La alternancia de épocas de auge con otras de marcada decadencia es una constante en la historia de esta región. Así, el siglo XVII viene marcado por grandes sequías, origen de plagas, epidemias y escasez de alimentos. Tras el duro intervalo de la Guerra de Sucesión (1702-1713) hay un nuevo proceso de recuperación: se aumenta extraordinariamente la superficie cultivada, ampliándose las zonas de regadío, la población registra un gran aumento y se empiezan a notar los efectos de la progresiva apertura comercial. Como en otros momentos, este esplendor económico se refleja en un auge de las construcciones. Hay que destacar la terminación de la Catedral de Murcia, iniciada en 1394, y la construcción del Arsenal de Cartagena.
Edad Contemporánea
Después de esta época dorada el siglo XIX se inaugura con una nueva crisis motivada por un período de sequías, seguido de importantes inundaciones y de la guerra contra Napoleón. Habrá que esperar a la mitad de siglo para que se invierta la situación. La actividad económica amplió entonces su campo a la explotación de yacimientos minerales, iniciándose también el proceso de industrialización. Pese a ello la región llegaría al siglo XX con una situación precaria, basada en una industria de capital extranjero y un comercio que no había sido capaz de trasvasar las fronteras regionales. Con la dictadura de Primo de Rivera (1923-1929) Murcia se incorpora definitivamente al ritmo del país impulsando la industria, potenciando los sectores de conservas, cítricos y pimentón y modernizando su agricultura.